Luego de varias noches contando segundos
que quedaban atrás sin más, cada trazo
cada gramo de grafito sobre la fibra;
luego el cansancio sonriente. La madrugada
Menguante. Dedicatoria e inspiración
se disipa y cree, se duerme. Otro día.
Bajo túneles angostos, sobre caderas
la vertebra estaba lista! La goma de borrar
en su sitio. Otro día contando segundos.
(A José Juan Romero Guillén)
que quedaban atrás sin más, cada trazo
cada gramo de grafito sobre la fibra;
luego el cansancio sonriente. La madrugada
Menguante. Dedicatoria e inspiración
se disipa y cree, se duerme. Otro día.
Bajo túneles angostos, sobre caderas
la vertebra estaba lista! La goma de borrar
en su sitio. Otro día contando segundos.
(A José Juan Romero Guillén)
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