Emil Cioran dice:

Podemos estar orgullosos de lo que hemos hecho, pero deberíamos estarlo mucho más de lo que no hemos hecho. Ese orgullo está por inventar.

domingo, 9 de mayo de 2010

Despedida de un funeral II



Otro sábado como una brisa,
deja a su paso escombros sueltos;
fue de la "s" a la "o" variando el tono,
me confundía tanto permanecer inmóvil,
que me busqué sin mas un paradigma.
Un relato invasor característico
de muchos pasados sábados fúnebres.
Que quedan de un lado a otro, danzantes,
resonantes como fieras pulcras de bondad.
Soledad astuta, masticable de vez en cuando.
La búsqueda, insisto, de sábados sin precedentes...

Alguna indagante incógnita de porqués irresponsables;
sin desvestirme desnudaban mis parámetros ilusorios
desmintiendo sucesos, apariciones, experiencias.
Expedientes mentales ajenos a toda causa aparente.
Que me importaban a mi ya los grados de alcohol
las novelas del viernes, la risa de aquel, los cuentos verdes
del bosque falso ideal portentoso, caballos, vacas y que se yo que más.
Sólo había en sí mismos negros y blancos revoloteando en la brisa...

Anoche solo quedaría el pan a medio comer tras salir corriendo
de vez en cuando preguntándome si el sendero venia con esta luz
o solo carecía de absoluta oscuridad.
No quedaba nada más sobre el mantel ya sucio. Eran escombros del viernes
o del jueves intentando salirse del imposible.

Cuando de vértigo creo que tienes control del mundo
me tiro al color gris del movimiento y lo complico todo;
que si la fe que si el toro que si las vacas. Puro concurso idealista
que no termina de ser tu juventud una paradoja singular
vestida de azules claros con anchas costuras.

Nadar en establos sin fin, no quedaba ya verdad que te animara
solo la risa de tu historial viscoso de tantos mordiscos.
Sobre todo la angustia de verte a ciegas cruzando los cielos.
Aun sigues siendo un lobo, paciente.
Calientas las dimensiones con tus arcos sin flechas.
Parece que tu cosecha no tiene dueño ni historia. En fin.
Lamentábamos pues que otro sábado, apurados y sin sueño
cayera frente a nosotros sin saber de futuro o de muerte...

Sólo caminé entonces en mi angustia, queriendo saberte sin sentir realmente nada
esta última, sin embargo, llovía incesante en mi premura por saber.
Que sentido tiene salir corriendo a medio pan para dar con unas monedas
sucias en los vasos de los bares inundados de desfachatez
para luego contemplar tu estupidez en el recuerdo que me dejas
posterior a tu partida sospechosa y miserable.

Otro pues sábado. Sí. Pero diferente esta vez
Pues funesto presagio me dejaba consejo.
La soledad tiene manos suaves y sedosas, como la tristeza
que acarician al hundirse el inconsciente y acuchillan la línea
del existir con el tiempo y su secreto inmortal. Gatos negros.

Brujas, gitanas, lecturas sin ningún sentido...

Pasadena en tránsito perfecto...

¡¡¡¡¡QUE LARGO ES ESTO!!!!!

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